¿Qué son las terapias físicas?
Lo que se debe hacer.
Denominamos terapias físicas a todas las que utilizan medios
físicos (radiaciones, calor, frío, etc.) para ejercer su acción terapéutica.
Dentro de las terapias físicas podemos considerar diferentes apartados:
·
La terapia con radiaciones no ionizantes (que no ejercen perjuicio directo
a las células, como sí lo pueden hacer las radiaciones ionizantes: entre otras,
rayos ultravioleta, rayos X, rayos gamma), que son principalmente: infrarrojos, microondas,
y láser
·
La
terapia con ondas de presión (ultrasonidos)
·
La
electroterapia
·
La
magnetoterapia
·
La
hidroterapia.
Los
medios de las terapias físicas
Los medios empleados por cada una de las diferentes
terapias descritas son diferentes pero el efecto pretendido en muchas de ellas
es común:
·
Radiaciones no
ionizantes: dentro de este grupo encontramos
la láser-terapia, que usa la luz visible en forma láser, las ondas de mayor
longitud de onda de la luz no visible, los infrarrojos, y las que se hallan más
por debajo aún del espectro lumínico, que son las microondas. Todas estas
modalidades de radiación proyectan calor en la piel y a unos pocos milímetros en
profundidad cuando son aplicadas en determinada intensidad sobre la superficie
cutánea.
·
Ultrasonidos: son sonidos no
audibles que generan una presión sobre los tejidos blandos y producen con ello
también calor local.
·
Electroterapia (onda corta):
se fundamenta en el uso de corrientes eléctricas de baja frecuencia que, por
tanto, no provocan sensación de calambre o dolor, y que consiguen generar calor
en los tejidos blandos sobre los que se aplican.
·
Magnetoterapia: consiste en
la aplicación de campos magnéticos sobre una parte concreta del organismo. La
base de este tipo de terapia consiste en atribuir al magnetismo un poder
curativo per-se
·
Hidroterapia: en este
apartado entra la balneoterapia o spa (salus per aquam) principalmente, con
todas sus variantes y modalidades posibles (aguas termales, aguas con sales
sulfurosas o bromuro-yodadas, lodos, cinesiterapia hídrica, etc.) (Ver también Masajes y saunas).
Aplicaciones de las
terapias físicas
Las terapias por medios físicos son muy seguras
si se aplican por manos expertas y en los tiempos adecuados. La complicación
principal que puede dar este tipo de terapias, exceptuando la hidroterapia no
termal, es la aparición de quemaduras, pero esto es realmente excepcional si
los medios que se emplean son los adecuados y no se producen errores en el
cálculo de la intensidad, así como de la distancia, tiempo y superficie de
exposición. La hidroterapia conlleva el mismo riesgo que por sentido común
puede deducir cualquier persona en relación con el baño (traumatismos por
resbalones o caídas así como ahogamiento, lógicamente.)
¿Un modo de terapia realmente eficaz?
Las terapias físicas han demostrado claramente su
eficacia en el alivio del dolor de procesos traumáticos en articulaciones y
sobre todo en estructuras musculares a partir del tercer día del inicio del
proceso, fundamentalmente por el mero beneficio del calor.
No es aconsejable el uso de estas terapias
generadoras de calor local en la fase aguda de los traumatismos por ejemplo, en
donde se recomienda mejor la aplicación local de frío. También han demostrado
su utilidad en determinadas enfermedades concretas, como la artritis
reumatoide, la artrosis o las enfermedades espásticas.